'Desde los ojos de un conejo' de Juan Carlos Prieto: primera exposición individual de Alumbra
- Alumbra Rural
- 26 may
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Actualizado: 4 jun

¿Quién no ha abierto una vieja lata de galletas para encontrar antiguas fotos familiares? Juan Carlos Prieto, artista y natural de Montalbo (Cuenca), ha hecho precisamente eso para construir su nueva exposición Desde los ojos de un conejo, que podrá visitarse del 7 de junio al 1 de agosto en la Oficina de Castilla-La Mancha en Madrid, situada en plena Gran Vía. Una propuesta íntima y emocional que invita a recorrer los senderos de la memoria rural desde la pintura.
La muestra, comisariada por Daniel Silvo dentro del programa Alumbra, nos invita a mirar con otros ojos esas estampas de la llamada España vaciada. Con un trazo pictórico "vibrante y desdibujado", como lo define Silvo, el artista no pretende reproducir fotos, sino algo mucho más escurridizo: la memoria. "Lo esquiva que es la memoria, lo poco precisos que son nuestros recuerdos de la infancia", comenta el comisario.

El propio título de la exposición contiene una clave simbólica esencial. El conejo, animal que según los romanos dio nombre a Hispania, sirve como símbolo de una perspectiva. "Es un animal que observa desde la periferia, desde el escondite, que permanece en silencio, vulnerable pero en alerta”, explica Prieto. Y añade: “Esa es también la forma en que entiendo la memoria: no como un relato central, sino como una presencia que persiste desde los márgenes”. Pintar desde los ojos de un conejo es asumir una mirada baja, silenciosa y no invasiva sobre el pasado.
Las pinturas, desdibujadas y vibrantes, no pretenden ofrecer certezas. Las escenas que pinta Juan Carlos —una pandilla de amigos, un burro, una tarde junto al río— no solo hablan de su propia historia, sino también de una memoria colectiva. "Todos podríamos reconocer, en esas pinturas, los rostros de alguien a quien echamos de menos", destaca el comisario.

La mirada de Juan Carlos hacia la España vaciada no cae en la nostalgia. Es una mirada política, aunque sin alardes ni dramatismos. Como él mismo señala, “la España vaciada no es solo un problema demográfico: es una herida cultural. Un desgarro en el mapa que dejó huellas imborrables en quienes partieron y en quienes se quedaron”. Desde esa conciencia, sus pinturas evocan una forma de resistencia. “En estas obras la memoria no es ruina, sino resistencia. No es nostalgia, sino testimonio”, afirma el artista.
Esta exposición marca el inicio del ciclo de exposiciones y exhibiciones que recorrerá distintos espacios culturales de Castilla-La Mancha a lo largo de los próximos meses, presentando el trabajo desarrollado por los 19 artistas participantes en la primera edición de Alumbra. Culminaremos en octubre con una gran muestra colectiva en el Museo Provincial de Albacete.
La muestra se presenta en la Sala de Exposiciones de la Oficina de Castilla-La Mancha en Madrid (Gran Vía, 45), un escaparate privilegiado para la creación contemporánea vinculada a la región. Situada en pleno centro de la capital, esta sala ofrece un entorno accesible y abierto al diálogo entre el arte emergente y el público, reforzando así el compromiso institucional con la visibilización del talento joven castellanomanchego.
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