Debajo de ese tejado comencé a ver alas y
desde entonces no he dejado de mirar al cielo
por Irene Verdejo

La etimología de “tejido”, “texto” y “textura” proviene de la misma raíz latina “texere”, que significa: tejer, entrelazar o trenzar; y es en ese origen donde se enhebra mi práctica. Concibo el acto de tejer y de escribir como un único gesto que nace de un pensar con las manos.
Mi proyecto explora cómo la sombra, la protección y la vulnerabilidad pueden hacerse visibles a través de gestos que invitan al cuerpo a relacionarse de otro modo con el espacio. Para ello, transformo objetos cotidianos en dispositivos que activan vínculos afectivos y generan momentos de encuentro. Cuando estas estructuras se despliegan, se convierten en superficies abiertas, como textos porosos que no buscan ser interpretados, sino habitados. Son tramas que se recorren con calma, que se respiran, y que permiten que el cuerpo encuentre un ritmo propio dentro de ellas. Propongo un espacio donde la experiencia se despliega como un tejido compartido, siempre en proceso, siempre por hacer.

¿Cómo fué tu paso por la residencia en Alcaraz?
Fueron días muy intensos, donde se respiraba una energía especial contagiada por el propio lugar lleno de vida. El tiempo allí pasaba de manera distinta [...]
Alumbra ha marcado un punto importante en mi carrera como artista en el sentido de expandir y experimentar con aquello que se iba presentando. Escuchar a mi cuerpo y cederme a la incertidumbre.
Nací en Valdepeñas, lugar donde me he criado y crecido hasta los 18 años. Los veranos de mi infancia han sido profundamente marcados por las exploraciones que realizaba en el campo de mi familia. Es ahí donde empiezo a interesarme por el entorno y, a modo de juego, generaba objetos que respondían a ese paisaje seco, caluroso y llano, sin mayor pretensión que buscar sombra o proteger mis ojos del sol.
Mi trabajo artístico se vincula directamente con estas vivencias y profundiza en los procesos de trabajo que ocurren en este entorno manchego. Con ello exploro la importancia de ahondar en los vínculos que trazamos tanto con el paisaje, como con otras personas y nosotros mismos. Expongo una tensión interna y relacional a través de elementos visuales táctiles y sonoros, ofreciendo una mirada íntima hacia la complejidad de las relaciones humanas a raíz de la lucha por la comunicación y la comprensión mutua.
Actualmente acabo de terminar la carrera de Bellas Artes, habiendo participado en diferentes exposiciones como la del PosPostalero, en Lavadero y Fuente Abierta, en Caja Granada, también habiendo comisariado la exposición de A la Calle 2024, así como participado en la coordinación de la Red de espacios Creativos Lateral. He tenido el placer de trabajar en el área de recursos gráficos de La Madraza y recientemente he sido seleccionada como coordinadora de la residencia AlRaso 2025.
Irene Verdejo








