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¿Qué mimbre tengo, qué cesto hago?

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por Zhenxiang Zhao

Los 24 períodos del campo está inspirado de los 24 períodos del tiempo, una visión del tiempo en la cultura china tradicional. En vez de divivir un año en 4 estaciones, los 365 día se han sido separado por 24 períodos. El nombre del cada período se inspira en las actividades humanas y no humanas. 

La pregunta es: ¿qué me ha impactado o inspirado durante la residencia de Alumbra? 

Es un proyecto que pretende relacionar la experiencia adquirida del lugar situado en Castilla-la Mancha y más entornos rurales, y la cultura oriental donde he crecido de forma inmersiva, creando un diálogo intercultural en torno a la observación y la convivencia cercana con la naturaleza con una estética del cuidado.  

Los 24 períodos del campo es un proyecto que invita a reconectar con la sabiduría colectiva y el entorno en tiempos de crisis climática. Inspirado en cosmologías naturales, explora modelos de vida no humanos para promover una sociedad más sostenible. Esta serie del trabajo, estructurada en un ciclo circular, recorre los 24 períodos agrícolas, la biblioteca de las semillas, así como el campo de mimbre. Pretendemos generar una red de cuidado que “mueva la montaña”, abordando biodiversidad, seguridad alimentaria e interdependencia ecológica.

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Texto curatorial de Gustavo Insaurralde

El mimbre guarda en su fibra la memoria del río. Cada rama conserva la parsimonia del agua que la meció, el movimiento del viento que la dobló, el latido que acompañó su crecimiento. En la intimidad de la luz nace la sombra. Y en la sombra, la memoria: esa condición exquisita en la que el tiempo se deposita sobre la materia. Zhenxiang Zhao aborda el paisaje desde la noción del viaje interior. Sus composiciones combinan la gestualidad del mimbre como elemento vital en un lenguaje tan ancestral como contemporáneo, evocando horizontes que parecen emerger del sueño. Su gesto -fluido y rítmico- se torna en una meditación en movimiento, donde el espíritu de la naturaleza se manifiesta a través de la forma y el vacío, de lo que aparece y lo que se insinúa. 

Memoria de un latido y una sombra testimonia el encuentro entre la mirada y el acontecer. Sus obras se germinan en la quietud misma, como si contuvieran la vibración de algo que acaba de suceder. En ellas, lo material se vuelve leve, y lo inasible -la emoción, la intuición, el recuerdo- encuentra sentido en el límite entre presencia y ausencia. La obra de Zhenxiang Zhao, con la sensibilidad del que escucha, eterniza el acto de tejer en una manera de contemplación. En sus manos, la sombra se vuelve materia viva: un rastro de luz que respira en silencio. El artista emprende una exploración poética sobre lo efímero y lo persistente, sobre la huella que deja el momento cuando la luz se retira. Durante su residencia en ãlumbra, el artista se adentró en un proceso de devoción y recogimiento, donde el gesto se convirtió en un modo de ensoñación con los ojos abiertos. Cada obra es el resultado de un diálogo prudente entre cuerpo y materialidad. 

El artista trabajó con el mimbre como si fuera una extensión de su propio cuerpo: tejiendo, doblando, dejando que la materia encuentre su propio ritmo. Su gesto acompaña y entabla un diálogo con la potente herencia atávica que lo precede... En ese proceso, Zhenxiang Zhao descubre que cada fibra encierra una resonancia del lugar de donde proviene, una aparición que persiste más allá de la pieza. El mimbre será entonces un puente entre lo natural y lo espiritual: su fragilidad encarna el devenir, su resistencia invoca la capacidad del ser para adaptarse y persistir. Las sombras proyectadas por sus estructuras son testigos de un diálogo entre lo manifiesto y lo intangible. El artista entiende el paisaje no como una representación, sino como una experiencia interior. En sus obras, la sombra es el eco que perdura después del resplandor.  

Zhenxiang Zhao escucha las voces antiguas de la materia y las traduce en un lenguaje taciturno donde el instante se revela en su forma más sutil… Y en esa paradoja luminosa, nos invita a mirar más allá, hacia ese territorio íntimo donde la obra se convierte en respiración del alma, el pulso de lo que permanece y lo que se transforma. 

¿Cómo fue tu paso por la residencia en Alcaraz?

Cada visita al pueblo de Alcaraz nos hizo sentir más familiaridad y cercanía con la tierra de Castilla-La Mancha [...] 

Trabajar con materiales orgánicos fue una experiencia muy inspiradora: el mimbre, la tierra roja, las semillas del huerto de la cocinera Noelia, las semillas que compartimos y llevamos a casa...

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Gustavo Insaurralde es un comisario y curador argentino originario del Chaco. Curador general de la Bienal del Chaco y asesor de la Fundación Urunday, ha desarrollado exposiciones y publicaciones dentro de la escena de las artes visuales del norte argentino, con proyección tanto nacional como internacional. Su trabajo lo ha llevado a colaborar con artistas y proyectos en Paraguay, Chile y Brasil. Entre sus intervenciones más destacadas se encuentran su labor en la Bienal de Esculturas de Resistencia y la gestión que hizo posible la llegada de la réplica del David de Miguel Ángel a la ciudad.

Gustavo Insaurralde

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Ciudadano del mundo accidentalmente nacido en China. Es artista multidisciplinar. Se formó en la Universidad de Granada, donde cursó un Máster en Estudios Literarios y Teatrales, así como otro en Producción e Investigación en Arte. En 2023, recibió una beca para la residencia artística de Alraso y ganó el premio del Programa de Creación de las Artes Escénicas de la Universidad de Granada. También ha actuado en el escenario del XXI Festival de Teatro de dicha universidad.

 

Sus performances han participado en el VI y el VII Congreso de Arte en Acción y Performance de la Universidad Complutense de Madrid (2023-2024) así como en festivales de arte como el I Luciérnaga de Córdoba (2023) y el I Encuentro Lateral de Granada (2024). Durante su residencia artística en la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores, Zhenxiang desarrolla un proyecto que fusiona la IA, el audiovisual y el arte de los movimientos para explorar la creación artística en el contexto tecnológico de hoy en día. Últimamente ha terminado la residencia en la Baltasara Casa Museo de Antonio Gala con un proyecto instalativo pero a la vez escénico integrando el entorno natural en la loma del Alhaurín el Grande.

Zhenxiang Zhao

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