top of page
Foto del escritorAlumbra Rural

Cuenca. Patrimonio Inmaterial


 
Vista aérea de Ciudad Real, Castilla La Mancha

Cuenca, una joya de Castilla-La Mancha, guarda en sus tradiciones culturales una riqueza patrimonial única. Hoy queremos presentarles dos de sus manifestaciones festivas más destacadas: la Danza de Belinchón y La Endiablada de Almonacid del Marquesado.



La Danza de Belinchón

Esta danza ritual se celebra en honor al Santo Cristo Arrodillado, y es un evento que llena de vida la pequeña localidad de Belinchón. La fiesta tiene lugar el domingo siguiente al jueves de la Ascensión del Señor, una fecha móvil que sigue el calendario lunar. La Danza de Belinchón es un espectáculo que involucra a personajes como el Porra o Botarga, el Castañuelón, y ocho danzantes.

La vestimenta colorida y los movimientos sincronizados de los participantes hacen de esta danza un evento visualmente impactante y culturalmente significativo. El Porra, con su traje arlequinado y porra en mano, marca el ritmo y guía a los danzantes. El Castañuelón, con grandes castañuelas y su bastón de mando, asegura el orden y el permiso para comenzar la danza. Los danzantes, con sus ropas adornadas con cintas y lazos de colores, llevan el ritmo con castañuelas decoradas y realizan figuras coreográficas que encantan a los espectadores.





La Endiablada de Almonacid del Marquesado

Esta manifestación festiva, celebrada a principios de febrero en honor a la Virgen de la Candelaria y San Blas, es un evento declarado Bien de Interés Cultural. Durante estos días, más de cien "Diablos" recorren las calles de Almonacid del Marquesado, vestidos con trajes coloridos y cencerros a la espalda. Estos diablos, que varían en edad desde niños hasta mayores, dedican danzas y saltos a los santos, creando una atmósfera vibrante y llena de energía.

La leyenda detrás de La Endiablada cuenta que un grupo de hombres con vestimentas llamativas y cencerros ayudaron a distraer a las gentes para proteger a la Virgen durante la presentación de Jesús en el templo. Para San Blas, se dice que unos pastores encontraron su imagen enterrada y celebraron con el sonar de cencerros, un acto que se conmemora cada año con el lavatorio del Santo.

Esta tradición no solo es un evento festivo, sino también un vínculo vital para los habitantes de Almonacid del Marquesado y sus descendientes, muchos de los cuales han tenido que emigrar. La Endiablada se convierte así en una cita anual ineludible, que revitaliza los lazos identitarios de la comunidad y celebra su herencia cultural.


Estas festividades son un reflejo del patrimonio inmaterial de Cuenca y de la rica cultura de Castilla-La Mancha. La Danza de Belinchón y La Endiablada de Almonacid del Marquesado no solo preservan tradiciones antiguas, sino que también fomentan el sentido de comunidad y pertenencia entre los habitantes locales y sus descendientes.

Te invitamos a sumergirte en estas tradiciones y a descubrir la riqueza cultural que Cuenca tiene para ofrecer.


 


5 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page